Carbono en el trial ¿Presente, pasado o futuro?
Esa es la gran pregunta del mundo del trial. Actualmente los deportes, sus técnicas y sus materiales están cambiando a pasos agigantados. La entrada de nuevos materiales, de electrónica, la necesidad y la búsqueda de la eficiencia están haciendo aparecer en el mundo de las dos ruedas máquinas espectaculares.
Sin irnos muy lejos y sin salirnos del mundo de la bici, en los últimos años hemos asistido a una evolución increíble en las bicis de montaña o de carretera, con cuadros de carbono cada vez más ligeros y rígidos, cambios electrónicos, suspensiones espectaculares… Sin duda parece que todas las marcas e incluso el deporte, cada cual en su ámbito, tienen una línea más o menos similar a seguir… menos en el trial.
Hace ya años que vimos los primeros componentes de carbono. Manillares y horquillas fueron las primeras partes que nos atrevimos a poner a prueba en las zonas, cuyo máximo representante fue Try-all. Poco a poco empezamos a confiar en la fibra y cada vez fue más frecuente el ver y Monty fue la primera marca en atreverse con una bici completa.

Aquella M5 fue una revolución de la que se necesitaron 2 versiones hasta dar con la «duradera». ¿Cómo se consiguió? A base de sumar capas de fibra de carbono, por lo que al final su cuadro acababa pesando un poco más de los 1060 gramos que declaraba la primera versión del mismo (sin protector), por lo que, esa versión «duradera» acababa en un peso cercano a los 1400 gramos con protector. Hay que tener en cuenta, que por aquel entonces, Koxx estaba fabricando cuadros Sky en un peso de unos 1500 con protector incluido.
Ese modelo con cuadro monocasco marcó un antes y un después, y , de hecho, consiguió ser campeona del mundo de 20″, si bien es cierto que después de que Monty abandonase el trial nos quedaba la duda de si alguna marca apostaría por ese camino.

Clean, con Abel Mustieles a la cabeza fue la que tomó el testigo. Abel, que ya había conquistado la Copa del Mundo con una M5 entre otras victorias, quiso que la marca que dirige, enfocara sus esfuerzos en ese camino.
Ahí nace la K1 de la que hoy día, ya existe su evolución con un modelo llamado K1.2. Este modelo introdujo en el mercado un chasis por debajo del kilo de peso. A su vez, fueron la primera marca en ofrecer el modelo de 26″ también en fibra.
Actualmente hay varias marcas con chasis de carbono, aunque, sin duda, Clean es la que de momento ha llevado al extremo el diseño y la evolución de su chasis y horquilla en conjunto con otros componentes.

Y aquí la pregunta del millón. ¿Es mejor? Pues depende de para qué.
El carbono no es más rígido (por si mismo) que el aluminio. Depende del grosor, de las capas, de la disposición de las mismas. Es por ello que nos podemos encontrar bicis de aluminio más rígidas en le mercado (a costa del peso, por encima de los 1500 gramos el cuadro). Pero el carbono sí da mejores resultados en muchos aspectos muy positivos para nuestro deporte. Menor peso, se le puede ajustar la rigidez en diferentes zonas dependiendo de las necesidades, mayor resistencia a depende qué esfuerzos, mayor agilidad en movimientos… Por ejemplo, las horquillas de carbono se ha visto y comprobado que son mucho mas resistentes que las de aluminio. Es decir, si comparamos el rendimiento global, el carbono sí es mejor que el aluminio en términos generales para nuestro deporte, eso sí, hay que entrar en otros argumentos.
La base de esos argumentos será la respuesta a otras preguntas. Para qué queremos la bici, qué nivel tenemos, qué tipo de trial hacemos, o incluso si vamos a sacar el máximo rendimiento de unos componentes de máximo nivel.

Si bien es cierto que en el mundo del mtb el aluminio ha mejorado bastante y ha llegado a dar unas prestaciones muy altas (incluso en la actualidad), en el mundo del trial nos encontramos pocas actualizaciones en cuadros de este material… Por lo que, en nuestra opinión, el carbono, si puede ser presente y futuro del trial.
¿Y vosotros qué opináis?
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